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Globalizacion y la economia de Guatemala.


UNA NOTA ACERCA DE LA INSERCIÓN DE LA ECONOMÍA DE GUATEMALA EN EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN
Sergio Javier López Toledo

 

I. GLOBALIZACIÓN: ANTECEDENTES

La globalización es el fenómeno económico más importante del siglo XX, ya que la misma tiene implicaciones no sólo económicas sino que también políticas y culturales. Los cambios inducidos por la globalización son comparables por su magnitud a los producidos por la revolución industrial, por lo que el análisis de este fenómeno reviste suma importancia para los gestores de la política económica.
Las raíces de la globalización se encuentran en las innovaciones tecnológicas que han propiciado una mayor interdependencia e interrelación entre los países, ya que dichas innovaciones han redundado en menores costos de comunicación y de transporte. Además, el proceso descrito se ha visto reforzado por la desreglamentación y apertura de la mayoría de economías del mundo. En tal sentido, se ha procedido a reducir las barreras arancelarias y se han emprendido negociaciones bilaterales y multilaterales para la adopción de tratados de libre comercio y las finanzas se han internacionalizado con la apertura, casi generalizada, de la cuenta capital.
Cabe indicar que los factores descritos han generado un gran dinamismo en la inversión tanto directa como de portafolio, lo que se observa fácilmente con la explosiva movilidad de capitales que fluyen, de un país a otro, en periodos de tiempo extraordinariamente cortos.
Es importante mencionar que, la globalización, como cualquier fenómeno económico, no está exenta de costos y vicisitudes, ya que los gobiernos no sólo pierden autonomía en la elaboración e implementación de sus políticas económicas, sino que también deben estar dispuestos a enfrentar los efectos negativos que conlleva, entre otros, la alta y volátil movilidad de capitales y la transmisión de shocks exógenos que en un momento dado pueden amenazar los sistemas financieros domésticos. Es por esto que los responsables de la política económica de cada país deben delinear cuidadosamente estrategias para insertar a sus economías en el nuevo contexto internacional.
II. GLOBALIZACIÓN Y COMPETITIVIDAD
En términos generales, se puede decir que la inserción de las economías en el proceso de globalización implica adaptarse y alcanzar una participación más dinámica a nivel internacional en los flujos de comercio de bienes y servicios, en los movimientos de capital, en los avances tecnológicos y, consecuentemente, en los beneficios asociados al crecimiento y desarrollo económico sostenido. En tal sentido, se ha evidenciado que la base fundamental para lograr una inserción exitosa, en el proceso de globalización es la generación sostenida de productividad que sustente la competitividad de la economía, objetivo que para alcanzarse requiere no solamente de la eficiencia microeconómica, sino de la combinación y armonización de una diversidad de medidas de política macroeconómica.
III. EL PROCESO DE GLOBALIZACIÓN Y LA POLÍTICA ECONÓMICA DE GUATEMALA
Como se mencionó, la globalización ha traído una mayor interrelación e interdependencia entre las economías del orbe y esto, a su vez, implica una mayor competencia en los diversos mercados, por lo que la productividad es la condición necesaria para poder penetrar con éxito los mercados internacionales y, de esa manera, poder obtener los mayores beneficios posibles del nuevo escenario económico internacional.
En virtud de lo anterior, Guatemala, al igual que la mayoría de países, ha emprendido una serie de reformas estructurales que, basadas en esquemas de libre mercado, buscan obtener la mejor asignación posible de los recursos económicos. En tal sentido, esta sección presenta el grado de avance que en dicha materia se ha realizado en el país.
A. Reformas sectoriales
1. El Sector real
1.1 Liberación de los precios internos
Durante muchos años en Guatemala, al igual que en la mayoría de países que adoptaron el modelo de sustitución de importaciones, se implementó un esquema de control selectivo, coercitivo y discrecional de precios internos con el fin de mantener la canasta básica de bienes de consumo en un nivel asequible para los estratos urbanos; sin embargo, este tipo de controles evita que los recursos económicos sean asignados de acuerdo a su mejor costo de oportunidad.
Cabe indicar que, dentro del proceso de globalización, se debe ser competitivo y para alcanzar dicho objetivo se deben adoptar políticas de libre mercado, para que sean los precios los encargados de asignar los recursos eficientemente. En tal sentido, es imprescindible remover los controles de precios, para que los mismos reflejen la productividad marginal.
En Guatemala, efectivamente, a partir de 1991 se han removido los controles de precios para permitir a las fuerzas fundamentales del mercado —oferta y demanda— actuar para alcanzar el nivel óptimo de consumo y producción en nuestra economía.
1.2 Liberalización y apertura externa
La revolución tecnológica en que se sustenta el proceso de globalización, ha generado una reducción considerable de los costes de transporte, lo cual facilita el libre comercio. En tal sentido, los países pueden extraer múltiples beneficios en términos de producción y consumo con la adopción de esquemas de libre comercio.
La teoría económica indica que para una economía pequeña y abierta, como la guatemalteca, el libre comercio deberá maximizar el bienestar de sus consumidores, ya que les permitirá accesar al consumo de bienes no producidos domésticamente y a precios menores que los internos. Además, los productores nacionales podrán adquirir insumos y bienes de capital que les permitan aumentar su productividad y ser más competitivos.
La adopción de esquemas de libre comercio implica que los productores nacionales pueden comercializar sus productos en el exterior, con lo cual se amplía el mercado para dichos entes productivos y les permite desarrollar economías de escala.
Dadas las consideraciones anteriores, cabe puntualizar que Guatemala ha procedido a reducir los aranceles a las importaciones y ha eliminado las restricciones cuantitativas a las mismas. Dentro de este esquema merece especial mención la reducción de los aranceles a las importaciones de bienes de capital, que actualmente se sitúan en 1%.
1.2.1 Tratados de libre comercio
En consonancia con los conceptos vertidos en el apartado previo, cabe indicar que Guatemala es signataria, desde 1993, del Protocolo del Tratado de Integración Centroamericana, y con la República Dominicana se firmó un tratado el 16 de abril de 1998. Además, se está negociando tratados de libre comercio con México Panamá y Chile, lo que indica que nuestro país está dando los pasos necesarios para insertarse adecuadamente en la economía global.
1.3 Inversión extranjera directa
La economía de Guatemala, al igual que en el resto de países en desarrollo, experimenta un considerable rezago tecnológico con respecto a los países desarrollados, lo cual merma su competitividad. Ante tal situación, se puede pensar que nuestro país debería invertir una gran parte de recursos en investigación; sin embargo, el proceso de globalización pone a disposición de países pobres la tecnología necesaria para iniciar el despegue en este campo y el motor de transferencia tecnológica es la inversión extranjera directa.
Esta forma de adoptar tecnología ha sido implementada en países en desarrollo como México, Chile, Argentina y, especialmente, en los llamados "tigres asiáticos". Ese tipo de inversión no sólo genera empleo e impuestos, sino que produce externalidades positivas en materia de sistemas administrativos y administración de recursos humanos.
Con el fin de extraer el máximo de beneficios que ofrece la inversión extranjera directa, en la legislación del país se ha procedido a redactar una ley sobre la misma, para otorgarle al inversionista reglas claras y precisas. En ese sentido, la Constitución de la República garantiza la propiedad, y la ley de inversión extranjera promueve dicha actividad.
1.4 Desincorporación de activos del Estado
Como se mencionó, la condición sine que non para una adecuada inserción en el proceso de globalización es la eficiencia; sin embargo, en los países que adoptaron el modelo de sustitución de importaciones como estrategia de desarrollo, de la cual Guatemala no fue la excepción, el estado asumió el papel de empresario mediante el establecimiento de empresas que proveyeran de los servicios necesarios para la industria nacional.
Entre los sectores cubiertos bajo este concepto se pueden mencionar la generación de energía, transporte marítimo y aéreo, telecomunicaciones y otros. Cabe indicar que las empresas creadas se tornaron obsoletas y, paradójicamente, pasaron a ser no sólo obstáculos para el desarrollo económico y social, sino una fuerte carga para el Estado mismo.
Es por esto que la solución obvia al problema mencionado consiste en la privatización de las mismas, con lo cual se corrige el problema fiscal que esas empresas generan y, especialmente, se les moderniza al someterlas a la competencia de mercado.
En materia de desincorporación de activos, el estado guatemalteco ha concluido con éxito la privatización de la empresa nacional de aviación -AVIATECA-, la empresa de ferrocarriles de Guatemala -FEGUA-, la empresa nacional de energía -EGSA-, la empresa nacional de telecomunicaciones -TELGUA- y el Instituto Nacional de Electrificación -INDE.
2. El Sector monetario
2.1 Efectos de la globalización sobre los procedimientos operativos de la política monetaria: el problema del ancla nominal.
El ancla nominal es una variable a la cual el banco central exógenamente le fija un valor y deja que el resto de variables de la economía se ajusten espontáneamente a la variable que la autoridad monetaria ha elegido. Las variables que tradicionalmente han sido utilizadas como anclas nominales son: la tasa de interés, la oferta monetaria o el tipo de cambio.
El análisis macroeconómico convencional establece que, cuando una economía está sujeta a shocks en el mercado de bienes, la autoridad monetaria deberá tomar como ancla nominal la oferta monetaria y, por el contrario, cuando los shocks provienen del mercado de dinero, la tasa de interés deberá ser el ancla sobre la cual se implemente la política monetaria.
En caso de que la tasa de interés sea elegida como ancla nominal, si la economía es pequeña y abierta, como lo es la economía guatemalteca, la globalización entraña serios peligros para tal elección, ya que debido a la creciente integración e interdependencia de los mercados financieros internacionales, y al ser nuestra economía tomadora de precios, se espera que la tasa doméstica de interés tienda a ser igual a la tasa internacional, lo que implica que la autoridad monetaria perdería el ancla nominal.
La elección alternativa es la adopción de la oferta monetaria como ancla nominal, pero este caso tampoco está exento de problemas, ya que la alta movilidad de capitales y la innovación financiera que continuamente lanza al mercado nuevos productos financieros que pueden cumplir el papel del dinero, obliga a los bancos centrales a redefinir el agregado monetario que utilicen para manipular la oferta de dinero. Es decir que, si por ejemplo, el banco central esté utilizando determinada definición de M2 para el control monetario, puede ser que dicha definición sea completamente obsoleta y lo que realmente esté pasando es que se haya perdido el ancla nominal.
Otra variable que ha sido utilizada como ancla nominal es el tipo de cambio. En este caso el banco central fija una paridad y la oferta de dinero se torna en una variable endógena. El principal problema con la elección del tipo de cambio como ancla nominal es que con la alta movilidad de capitales que existe actualmente, la oferta monetaria se tornaría altamente volátil y produciría una gran variabilidad tanto en la producción como en el empleo internos.
Debido a las consideraciones anteriores, la mayoría de bancos centrales en los países en desarrollo, y muchos en los países desarrollados, han decidido utilizar la inflación como ancla nominal (Inflation Targeting). Este tipo de estrategia es utilizado actualmente en Guatemala, para aumentar la credibilidad del banco central y minimizar los problemas inherentes al resto de variables.
2.2 Autonomía del banco central
Los cambios en los procedimientos operativos para la elaboración e implementación de la política monetaria, que conlleva la adopción de la tasa de inflación como variable-objetivo de dicha política, implica que el escenario institucional debe, a su vez, ser modificado para que el banco central pueda cumplir a cabalidad su función. En tal sentido, el banco central debe estar libre de presiones políticas, no sólo para elegir la tasa de inflación sino que, especialmente, para ejecutar la política monetaria sin desviaciones considerables del objetivo propuesto.
Lo anterior implica que el banco central debe contar con plena autonomía, tanto jurídica como en la práctica. En Guatemala se ha avanzado considerablemente en esta materia, debido a que entre las reformas constitucionales de 1995 se prohibe al Banco de Guatemala otorgar crédito al gobierno y, por otra parte, la Autoridad Monetaria ha realizado estudios a fin de proponer un proyecto de ley al Congreso de la República para reestructurar la Junta Monetaria y, de esta forma, reforzar la autonomía de la entidad monetaria.
2.3 Globalización y tasa de inflación
Es necesario puntualizar que sin competitividad es imposible insertarse en el proceso de globalización, por lo que la reducción de la tasa de inflación es un factor imprescindible para evitar la apreciación del tipo de cambio real. Es por esto que el banco central debe estar libre de cualquier compromiso político que le implique desviarse de la meta elegida.
En Guatemala, desde inicios de la presente década, el banco central ha logrado abatir la tasa de inflación y en 1998 la misma se situó en %, lo cual sustenta la estabilidad macroeconómica del país y coadyuva a la promoción de las exportaciones, que son el motor de crecimiento y desarrollo económico del país.
2.4 Liberalización de la tasa de interés
La promoción del ahorro interno y la correcta asignación del mismo están influenciadas por la tasa de interés. En el pasado era el Banco de Guatemala quien fijaba dicho precio.
Este esquema quedó completamente obsoleto cuando se observaron los bajos niveles de crecimiento económico, que resultaron de bajos niveles de ahorro y de la pobre asignación que se hacía del mismo.
Ante tal situación y para apuntalar el aumento del ahorro, así como el uso eficiente del mismo, la autoridad monetaria decidió liberar la tasa de interés, Resolución JM-140-89, para que el escaso ahorro interno sea utilizado eficientemente y, de esta forma, promover la competitividad de la economía nacional.
2.5 Flexibilización del sistema cambiario
La economía guatemalteca es pequeña y abierta, lo que significa que los términos de intercambio le son dados exógenamente y, por lo tanto, es tomadora de precios en todo los mercados internacionales. Además, nuestra economía está sujeta a shocks externos.
Dadas las características anteriores y el hecho de que el Banco de Guatemala utiliza la inflación como variable - objetivo de la política monetaria — lo que implica que el tipo de cambio pasa a ser una variable endógena que coadyuva a los cambios en los precios relativos que la nueva era de competencia exige para asignar adecuadamente los recursos —, para otorgar una mayor flexibilidad a la economía nacional y permitirle que se adapte rápidamente a los cambios requeridos por el mercado, la Junta Monetaria, mediante resolución JM-202-94, decidió adoptar un sistema de flotación del Quetzal.
3. El sector financiero
3.1 Globalización, represión financiera y crecimiento económico
El objetivo fundamental de la política monetaria es la estabilidad de precios, la cual, a su vez, es una condición para el funcionamiento del sistema de pagos. Asimismo, un buen sistema de pagos, en particular, y el sistema de financiero, en general, son necesarios para apuntalar el proceso de intermediación financiera que sostenga un nivel alto de crecimiento económico.
Sin embargo, los beneficios de una adecuada intermediación financiera se ven menguados cuando el sistema financiero es reprimido, lo cual sucede cuando existen techos a la tasa de interés, que la mantienen por debajo de niveles de mercado, controles de crédito e inflación alta y volátil.
Los problemas descritos aumentan los costos de la intermediación e introducen serias distorsiones en dicho proceso, el resultado es un bajo nivel de crecimiento económico, debido a tres factores: la desintermediación financiera, la caída del ahorro doméstico y la mala asignación del ahorro. El primero de los problemas es un resultado lógico del aumento en los costos de intermediación que no pueden ser cubiertos por los reducidos beneficios que obtienen los agentes económicos que participan en un mercado reprimido. El segundo problema está provocado por tasas de interés reales negativas. Por último, la asignación ineficiente de los recursos resulta de las políticas selectivas de crédito, que utilizan los recursos de los ahorristas para financiar proyectos políticamente prioritarios. Este esquema financiero prevaleció en la mayoría de países en desarrollo; Guatemala no fue la excepción, y el resultado fue palpable: bajos niveles de crecimiento económico.
Ante la situación descrita y, debido a las exigencias que en materia de competencia de mercado trajo consigo el proceso de globalización, los países afectados se dieron a la tarea de liberalizar sus sistemas financieros para hacerlos más eficientes; sin embargo, la simple liberalización del sistema financiero no constituye una garantía de éxito, ya que las nuevas condiciones imperantes, tanto en la economía interna como en la internacional, hacen imprescindible que el sistema financiero sea no sólo versátil sino también sólido. Es por esto que en Guatemala se ha implementado un programa de modernización financiera que adecue dicho sistema para enfrentar los retos de la globalización, lo cual se comenta a continuación.
3.2 El programa de modernización financiera de Guatemala
La necesidad de tener un sistema financiero más eficiente y versátil condujo a las autoridades del país a implementar un programa de reforma y modernización del sistema financiero nacional. En efecto, la Junta Monetaria, mediante Resolución JM-647-93, aprobó la matriz del Programa de Modernización del Sistema Financiero Nacional.
La reforma del sistema financiero nacional es un imperativo no sólo para apuntalar el crecimiento económico sino también para promover un desarrollo económico y social sostenido.

IV. Retos y perspectivas
Las consideraciones presentadas evidencian el esfuerzo que Guatemala ha hecho, en materia de política económica, para adecuar la economía nacional a los retos impuestos por el nuevo orden económico internacional. La tarea de reformular el papel del Estado y otorgar un papel más protagónico al mercado es ardua y exige un continuo seguimiento de la evolución de la economía mundial.
Cabe indicar que, dado que el nuevo esquema de globalización da preeminencia al mercado, las autoridades económicas de los países deben estar constantemente readecuando su accionar, ya que el grado de dinamismo de la economía, que se manifiesta en continuas innovaciones, obliga permanentemente a replantear la política económica.
Además, es necesario puntualizar que, en el caso de Guatemala, queda mucho camino por recorrer, especialmente en el campo laboral, en el fiscal y en el legislativo, entre otros. En el campo laboral, se hace evidente la necesidad de reformas para hacerlo mucho más flexible; mientras que en el fiscal se debe buscar la disciplina en materia de gastos y deuda pública; también en el campo legislativo se debe buscar la modernización de la estructura legal del país.